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"El mapa de la tristeza", por Mario Vargas Llosa.

Publicado originalmente en "El País".  Aquí tienes el enlace.

PIEDRA DE TOQUE. El libro póstumo de Guillermo Cabrera Infante reconstruye los cuatro meses llenos de desaliento y neurosis que pasó en La Habana antes de emprender el camino que lo llevaría al exilio definitivo 
El libro póstumo recién publicado de Guillermo Cabrera Infante se titula Mapa dibujado por un espía pero debería llamarse más bien El mapa de la tristeza por el sentimiento de soledad, amargura, indefensión e incertidumbre que lo impregna de principio a fin. Cuenta los cuatro meses y medio que pasó en La Habana, en el año 1965, adonde había viajado desde Bruselas —era allí agregado cultural de Cuba— por la muerte de su madre. Pensaba regresar a Bélgica a los pocos días, pero, cuando estaba a punto de embarcarse para el retorno a su puesto diplomático junto con sus dos pequeñas hijas, Anita y Carola, recibió en el aeropuerto de Rancho Boyeros una llamada oficial, indicándole que debía suspender su viaje pues el ministro de Relaciones Exteriores, Raúl Roa, tenía urgencia de hablar con él. Regresó a La Habana de inmediato, sorprendido e inquieto. ¿Qué había ocurrido? Nunca llegaría a saberlo.

Cabrera Infante, un regreso imposible.

Publicado originalmente en "Moleskine literario". Aquí tienes el enlace.


Mapa dibujado por un espía es un libro póstumo más aparecido entre los papeles inéditos de Guillermo Cabrera Infante, publicados por su viuda, en la editorial Galaxia Gutemberg. Esta vez no se trata de una novela inconclusa, como La ninfa inconstante, sino de unas memorias sobre un viaje a Cuba y sus incómodas ocurrencias. El libro se encontraba guardado en un sobre y fue abierto muchos años después de su muerte. La reseña en El Cultural es de Ernesto Calabuig.
Dice la reseña:

Cabrera Infante, un desgarro literario

Publicado originalmente en "El País". Aquí tienes el enlace.
Guillermo Cabrera Infante. / daniel mordzinski
En los primeros años de su exilio en Londres, y en los días más fríos, Guillermo Cabrera Infante se iba despojando de su ropa, de su saco, de los pantalones, de la ropa interior, de los calcetines, hasta que se quedaba completamente desnudo ante su máquina de escribir, una Smith Corona que le acompañó siempre. Así, desnudo, cerca de un mapa de La Habana, escribió La Habana para un infante difunto. Y, aun más, escribió un libro que hasta ahora ha permanecido secreto, Mapa dibujado por un espía, que su mujer Miriam Gómez y su editor Antoni Munné (Galaxia Gutenberg) han decidido dar a la imprenta.