Ignacio Echevarría comenta la cautela de los novelistas para juzgar a sus pares. La pregunta nace en dos artículos de The New York Times. Hay que añadir que ocurre también el fenómeno inverso: la innecesaria -y siempre sospechosa- crueldad o ironía para juzgar a sus pares. La soñada coherencia es muy difícil. Buen comentario de Ignacio Echevarría en su columna “Mínima molestia” en El Cultural.
Ricardo Piglia, crítico literario