Sobreviviendo a la guerra
La II Guerra Mundial fue un periodo en el que se produjeron intensos cambios en la evolución de la Ciencia Ficción y no solamente por las dificultades que atravesó el mundo editorial, sino también porque el género, desde dentro, estaba pugnando por evolucionar. Aunque aquellas dificultades fueron un factor importante, no cabe duda, y hay que hablar de ellas. Naturalmente, en Europa el conflicto bélico constituyó un golpe casi mortal a la ya escasa producción existente, algo que hundió el género durante varios años. En el Reino Unido, las pocas revistas que habían surgido tímidamente durante el “boom” de finales de los años treinta desaparecieron rápidamente después de que el país entrase en guerra. Las severas restricciones de papel y tinta en la industria editorial del Reino Unido fueron acabando con ellas una a una, cuando no se dio el caso, como ya hacíamos mención en la primera parte, de que alguno de sus directores o editores fuese directamente llamado a filas e incluso muriese en acto de servicio. A principios de 1942 ya no quedaba ninguna publicación británica en el mercado. Por descontado, cabe imaginar la situación de total hiato en la URSS a causa de la dictadura estalinista y el conflicto, así como en otros países del Este o centroeuropeos que habían tenido cierta tradición en el género pero que ahora estaban sumidos en regímenes totalitarios y abocados al desastre nacional, caso de Alemania. Así que el único país del mundo que seguía produciendo Ciencia Ficción a buen ritmo era el de costumbre: los Estados Unidos de América.