El primer producto comercializado en España que disponía de un código semejante se vendió el 3 de octubre de 1977. Una cajera de un supermercado de la cadena Mercadona, en Valencia, pasó por vez primera su lector de códigos por el primer producto informatizado de la historia: un estropajo de la marca 3M. Coged cualquier libro que tengáis a mano, y a poco que echéis un vistazo, descubriréis que dispone de un código numérico bajo un código de barras. El ISBN (International Standard Book Number). A primera vista pudiera parecer un simple código de identificación. Pero el ISBN tiene más miga de lo que parece.
A nivel internacional, el primer producto del que se escaneó un código de barras fue un paquete de chicles. Diez chicles Juicy Fruit de la marca Wrigley. Hablamos del 26 de junio de 1974. Pasaba un minuto de las ocho de la mañana. Lugar: el supermercado Marsh de Troy, en Ohio. 67 centavos. Ahora los chicles se conservan intactos en el Smithsonian. Es una pieza de museo.
Los números de un código de barras están distribuidos y sistematizados por empresas especializadas.Los dos primeros dígitos siempre identifican el país de producción y comercialización. El 84, por ejemplo, corresponde a España. Los cinco guarismos siguientes forman el nombre de la empresa; su razón social se concede aleatoriamente. Los cinco números siguientes indican el producto concreto, incluido el precio y la fecha de fabricación, entre otros datos.
Datificando libros
El ISBN en la contracubierta de los libros, con sus diez dígitos, identifica sin ambigüedades un producto concreto: el libro. Fue creado en el Reino Unido en 1966 por las librerías y papelerías británicas W. H. Smith
Pero hay más. Si quiero pedir un libro e introduzco su ISBN pero cometo un error, el error quedará enseguida detectado: no me enviarán un libro con otro ISBN. Porque el código está diseñado para detectar errores. Porque los números siguen un patrón: sólo los nueve primeros dígitos contienen la información sobre el libro; el décimo número se incluyo únicament para que el número total que sale del ISBN sea divisible por 11.
Así pues, la función de las diferentes partes de la cifra del ISBN corresponde a:
- Identificador de grupo o país, que identifica a un grupo nacional o geográfico de editores.
- Identificador de editor, que identifica un editor particular entre otros.
- Identificador de título, que identifica un título particular o la edición de un título.
- Cifra de control, que es la última y sirve para validar el ISBN.
Y algo más, según cuenta Marcus du Sautoy en su libro El misterio de los números:
Algunos habrán visto que a veces es un libro aparece una X, en vez de un número, como último dígito. Por ejemplo, otro de mis libros favoritos tiene ISBN: 080501246X. En realidad, la X representa el 10 (recuérdense los números romanos). En este caso necesitamos sumar un múltiplo de 10 al final del ISBN para conseguir que el número obtenido a partir de éste sea divisible por 11.
Como cada vez se editan más libros, el ISBN se estaba agotando, de modo que en enero de 2007 se optó por ampliar el ISBN a códigos de 13 dígitos. Los 12 primeros siguen identificando el libro, y el décimotercero permite detectar los errores.
Pero la clave de los ISBN que usan ahora los editores es la divisibilidad por 10, en vez de la divisibilidad por 11.
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