Hace ya bastante tiempo, al leer "2666", catalogué al chileno Roberto Bolaño como uno de los mayores escritores de nuestro idioma. O, ya puestos, de cualquier otro (puedes encontrar la reseña en "Libros").
Esta otra novela, "Los detectives salvajes" es algo anterior (Premio Herralde en 1998 y Rómulo Gallegos en 1999) y no es tan redonda como la otra, a mi juicio, pero sigue siendo una gran novela. Cuenta las aventuras y desventuras, el entorno, el paisaje intelectual y social, de Arturo Belano y Ulises Lima (dos poetas del "realismo visceral", trasunto del infrarrealismo, movimiento en el que militase el propio Bolaño).
La acción transcurre entre 1975 y 1996, en México DF, en París, en Barcelona, en Israel y en los más diversos lugares del mundo y la narración, siempre magistral, es de carácter coral, tan variopinta como el paisaje.
La figura de Bolaños ha crecido enormemente después de su muerte y el escritor se ha
convertido en un "autor de culto" para un creciente contingente de incondicionales. No cabe duda de que los latinoamericanos hemos perdido uno de nuestros grandes valores literarios. Procuraré leer todos sus libros y os recomiendo hacer lo mismo.
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